¿Te gustaría conocer una de las playas más aisladas y tranquilas de Gran Canaria? Entonces te invitamos a descubrir la playa de las Aneas, un rincón paradisíaco donde podrás disfrutar del sol, el mar y la naturaleza sin aglomeraciones ni ruidos.
La playa de las Aneas se encuentra en el municipio de La Aldea de San Nicolás, al oeste de la isla. Se trata de una playa de arena negra y fina, rodeada de un impresionante acantilado que la protege del viento y las olas. Su longitud es de unos 60 metros y su anchura de 15 metros, lo que la convierte en una playa muy íntima y acogedora.
Para acceder a la playa de las Aneas hay que tomar la carretera GC-200, que bordea la costa oeste de Gran Canaria. El acceso está señalizado y hay que caminar unos 15 minutos por un sendero que desciende hasta la playa. También se puede llegar en barco desde el puerto de La Aldea o desde otras playas cercanas.
La playa de las Aneas es una playa nudista, aunque también se puede ir con bañador si se prefiere. Es un lugar ideal para relajarse, tomar el sol, nadar y practicar snorkel, ya que el agua es cristalina y hay mucha vida marina. Además, al estar alejada de la civilización, se puede disfrutar de unas vistas espectaculares del océano y del cielo.
Descripción general de la playa de Aneas y lo que la hace tan especial
- Es una playa de arena negra y piedras volcánicas situada en el municipio de Arico, al sur de la isla de Tenerife.
- Tiene una longitud de unos 300 metros y una anchura media de 20 metros. Su oleaje es moderado y sus aguas son cristalinas y ricas en vida marina.
- Es una playa poco frecuentada por los turistas, ideal para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad. No cuenta con servicios ni infraestructuras, por lo que se recomienda llevar todo lo necesario para pasar el día.
- Se accede a ella por un camino de tierra que parte de la carretera TF-28, cerca del pueblo de La Sabinita. El trayecto dura unos 15 minutos y se puede hacer a pie o en vehículo todoterreno.
- Es una playa protegida por su valor ecológico y paisajístico, ya que forma parte del espacio natural de Montaña Pelada. En sus alrededores se pueden observar especies vegetales endémicas como el cardón, el tabaibal o el verode.